¿por que compartir mi fe?

“¿Porqué temo compartir mi fe?” ¿Sientes temor de compartir tu fe con compañeros de trabajo, familiares o incluso con desconocidos? Si es así, no estás solo. La mayoría de las personas tienen temor de compartir su fe por una de estas razones. Mira cuántas de ellas aplican en tu caso: Tengo temor de ser rechazado. Tengo temor de lo que las personas van a pensar de mi. No se lo suficiente como para poder compartir con otros. No voy a saber responder a las preguntas que se van a presentar. Tal vez la persona con la que lo voy a compartir reaccione negativamente. En Jueces 6, nos presentan la historia de Gedeón, un hombre que tenía tanto miedo, y por muy buena razón. Vivía en un tiempo en que los hijos de Israel eran despiadadamente oprimidos por los Madianitas y los Amalecitas. Gedeón era solo un tipo común tratando de sobrevivir como granjero y al mismo tiempo se mantenía lejos de sus opresores. Pero un buen día el ángel del Señor se le apareció a Gedeón y le dijo que se enfrentara y peleara contra sus enemigos. Dios le dijo a Gedeón que él estaba destinado a salvar a Israel de los Medianitas, pero Gedeón tenía miedo y le dio a Dios una lista de razones por las cuáles él no era la persona adecuada para esa tarea. ¡Él sentía, que él solo no podía salvar a Israel! ¡Su clan era el más pequeño y débil de todos los de Israel, y él era de hecho el más débil entre su familia! Estaba seguro que Dios había cometido un error. Dios no estaba interesado en la fuerza de Gedeón sino en sus debilidades, y Él le dijo a Gedeón, “Yo estaré contigo, y tu combatirás a los Medianitas como si fueran un solo hombre.” No importa cuántas objeciones tengas para decir que no puedes compartir tu fe, Dios hoy te está diciendo a ti: “Yo estaré contigo.” No importa cuantas aparentes insuperables montañas se paren enfrente tuyo, Dios te va a ayudar a vencerlas. Nunca estarás solo cuando compartes tu fe; Dios siempre está contigo. En tu debilidad, Él es fuerte. Toma un momento para pedirle a Dios que te revele tus temores de ser un testigo y hablar de Jesús. Tal vez ahora mismo es el momento en que debes ser un poco más atrevido y directo. ¿Porqué no orar para que el Señor ponga a alguien hoy en tu corazón que podrá ser bendecido.